Revisión: el DBS 770 Ultimate de Aston Martin es un bruto poderosamente atlético

El ex director ejecutivo de Aston Martin, Andy Palmer, describió memorablemente al DBS Superleggera como "un bruto con traje". Cinco años después, este superdeportivo elegantemente vestido se prepara para retirarse, no sin antes flexionar sus músculos, reventar algunos botones de su camisa y arrancarse la corbata. Conozca el DBS 770 Ultimate.

El Valkyrie puede ser, estrictamente hablando, el Aston Martin definitivo, pero el DBS (el sufijo “Superleggera” se eliminó en 2021) es la destilación más pura del ADN de la marca británica. Efectivamente un DB11 con esteroides, habita ese espacio enrarecido en algún lugar entre un Bentley Continental GT Speed ​​y un Ferrari 812 Superfast.

El 770 Ultimate es una “última palabra enfática” para el DBS, y quizás para el motor de 12 cilindros de Aston Martin: también incluido en la edición limitada V-12 Vantage del año pasado. Sólo se fabricarán 499 ejemplares del Ultimate, divididos entre 300 cupés y 199 Volante convertibles, y la cartera de pedidos ya está cerrada. “Incluso este coche de prensa se ha vendido”, me dicen mientras recojo las llaves. Entonces será mejor que tengas cuidado. . .

Afortunadamente, es un día seco y templado en los Cotswolds y el DBS conoce muy bien estas carreteras sinuosas y mal asfaltadas. Están cerca de la sede de Aston Martin en Gaydon y sus ingenieros los utilizan para perfeccionar la conducción y la dinámica de manejo. "Si podemos hacer que un coche funcione aquí, funcionará en cualquier lugar", afirma Simon Newton, director de integración de vehículos de Aston Martin.

El DBS normal produce 725 caballos de fuerza con un motor V-12 biturbo de 5.2 litros. Aquí, esa cifra aumenta a 770 hp, lograda mediante un aumento del flujo de aire y la presión de sobrealimentación, más los mismos 663 pies-libras de torque que el modelo base. ¿Actuación? Sí, hay mucho de eso. Pruebe de cero a 60 mph en 3,2 segundos (3,4 segundos para el Volante) y una velocidad máxima de 211 mph.

Newton y su equipo han mejorado el chasis para adaptarlo, con amortiguadores adaptativos recalibrados, un travesaño delantero más fuerte (que mejora la rigidez lateral en un 25 por ciento) y una base reforzada. Y la columna de dirección ahora está montada sólidamente para una mayor sensación de conexión.

El traje de este bruto puede ser un poco más deportivo, pero el jefe de diseño Marek Reichman ha resistido sabiamente la tentación de montar un alerón trasero gigante al estilo del V-12 Vantage. A pesar de toda su capacidad para hostigar a los hipercoches, el DBS 770 Ultimate sigue siendo un puño de hierro en un guante de terciopelo. Reichman lo resume como “algo tan crudo y, sin embargo, tan hermoso que resulta casi intimidante de contemplar”.

Visualmente, las características más llamativas del automóvil son la ventilación del capó en forma de herradura y las impresionantes llantas de aleación de 21 pulgadas, estas últimas inspiradas en el Valkyrie y el exclusivo Aston Martin Victor. Mire más de cerca y verá el nuevo divisor delantero, faldones laterales de fibra de carbono y un difusor trasero sobresaliente. En el interior, hay una insignia “DBS 770 Ultimate” grabada con láser en el apoyabrazos central, junto con placas exclusivas “Uno de 300” (o “Uno de 199”) en cada umbral.

Me dejo caer en el asiento Sports Plus, un sillón reclinable de fibra de carbono esculpido que es más cómodo de lo que parece. Ciertamente es más cómodo que retorcerse en los asientos traseros, aunque ese espacio adicional hace que el DBS sea más práctico que el superdeportivo estándar. Y siempre puedes pedirle al carrocero Zagato que elabore una versión Shooting Brake.

Aunque el exterior del DBS no tiene fecha de vencimiento, las arrugas del interior han comenzado a verse. La calidad no está en la misma liga que, digamos, un Bentley Continental GT, y el volante cuadrado oscurece los diales si eres del lado más bajo. Además, los controles del panel táctil no son muy táctiles y esta versión particular del sistema multimedia de Mercedes-Benz, que quedó obsoleto incluso en 2018, parece más bloqueable que un torneo de Tetris. Si su conductor diario es un Tesla, esto le parecerá como cambiar de banda ancha a acceso telefónico.

Sin embargo, todo eso pierde importancia cuando presionas el botón de inicio y sientes que el V-12 cobra vida vigorosamente. Y este es realmente un motor que se siente y se oye. Palpita como un potente auto al ralentí, hormigueando en las yemas de los dedos y reverberando en la caja torácica. A los periodistas automovilísticos les encanta elogiar los V-12 operísticos de aspiración natural, pero este motor turboalimentado tiene una banda sonora de rock duro que rivaliza con los mejores.

Mi primera media hora la paso paseando por tranquilos pueblos de Cotswold, atrapado detrás de turistas holgazanes pero disfrutando del andar flexible y la docilidad tranquila del Aston Martin, junto con las muchas miradas de aprobación, aunque sintiéndome cada vez más como un animal enjaulado. Entonces el tractor que he estado siguiendo se detiene, la carretera se abre y el tráfico desaparece mágicamente. No necesitaré más estímulo.

Hago clic en la caja ZF de ocho velocidades hasta segunda y entierro el acelerador. El DBS reacciona con sorprendente intensidad, aumentando la velocidad con la fuerza exponencial de una avalancha. A medida que los setos se vuelven borrosos, el rugido del motor se endurece hasta convertirse en un rugido de sangre y truenos. Es tan violento y visceral, tan ridículamente grandilocuente, que me río a carcajadas. En verdad, extrañaremos estos motores cuando se acaben.

Curiosamente, me subí al DBS inmediatamente después de conducir un McLaren Artura. Sobre el papel, estos dos superdeportivos británicos parecen polos opuestos: uno, un V-12 de la vieja escuela, el otro, un moderno V-6 híbrido enchufable; sin embargo, en este desafiante terreno local, que abarca desde las rectas carreteras romanas hasta En los estrechos carriles de vía única, el Aston no se vio superado.

De hecho, el auto se siente atlético y tranquilizador, ayudado por una distribución de peso casi perfecta de 51:49. No puede igualar la agilidad absoluta del McLaren con motor central, por supuesto, pero puedes aplicar la potencia antes y con más fuerza que en un DBS original, confiando en la dirección lúcida, el diferencial mecánico de deslizamiento limitado y el amplio Pirelli del Ultimate. Neumáticos P Zero.

Como un tal James Bond (sinceramente, no pensaste que pasaríamos una revisión de Aston Martin sin verificar el nombre de 007, ¿verdad?), el DBS 770 Ultimate tiene una amplia gama de talentos. Es un caballero inglés afable en un momento, un boxeador al siguiente, con una fuerza de carácter que fácilmente supera sus defectos. ¿No hay tiempo para morir? Lamentablemente, el DBS debe hacerlo pronto, pero vaya manera de salir.

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